Libro Cien años del Metro de Barcelona (1924-2024)
Una historia que va desde el inicio de las primeras obras hasta la proyección del metro del futuro.
Cien años del metro de Barcelona (1924 - 2024) explica los cien años de historia del metro a través de una síntesis histórica y de material gráfico procedente mayoritariamente de los fondos de la Fundación TMB, y también de otros.
Te presentamos una propuesta cronológica para la historia del Metro de Barcelona con una clara vocación visual, por lo que dispone de un buen número de fotografías e ilustraciones que protagonizan el relato de la expansión del metro por la ciudad y su área metropolitana, y que son todo un atractivo para repasar las diversas etapas del metro y los acontecimientos históricos que han condicionado la evolución del suburbano.
El volumen es una reedición ampliada y actualizada del libro que se confeccionó con motivo de los 90 años, que incluye además nuevo material original, y se ha editado en colaboración con la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona.
Fragmento del prólogo "El Metro habla", de Josep Maria Espinàs
"... Nació el metro. Podría decirse que era la conquista de una tercera dimensión: la subterránea. El metro, que primero fue un túnel único, se ha ido ramificando progresivamente hasta convertirse en una red. Como un tejido cada vez más denso. Esto ha permitido la aparición de una percepción absolutamente nueva, que incorpora dos valores fundamentales de la vida: el tiempo y la distancia. Pienso en los tiempos antiguos, cuando el hombre solo disponía de los pies para desplazarse. Una limitación que compartía con la mayoría de los animales terrestres y que luego se modificó con el uso del caballo y del carro.
Hasta que el metro aportó una gran innovación: la velocidad. En las grandes ciudades, la velocidad de traslado se logró gracias, precisamente, a que los caminos que abrían los convoyes de metro no se veían obstaculizados por los obstáculos de la superficie y podían, por lo tanto, mantener una velocidad rápida y sostenida.
Hoy, una Barcelona sin metro no es imaginable. La ciudad sería como un organismo al que le habrían extirpado unos nervios básicos."